Se dice que en gustos no hay nada
escrito, pero la verdad es que para juzgar los colores con que se pintó un edificio,
no hace falta ser especialista en decoración o algo similar. En las fotos se
puede ver la comparación de 2 edificios ubicados no muy lejos el uno del otro, en
la comuna de Ñuñoa. En un caso los propietarios decidieron usar colores yo
tonalidad no muy diferentes al original, pero empleando buen gusto y originalidad.
En otro caso, unos pocos decidieron
usar colores absolutamente pasados de moda, dándole a un edificio que tenía un
cierto señorío un carácter colorinche y falto de gusto. Al pintar también se
debe tender en cuenta la historia del edificio o el lugar; en éste caso la
ubicación corresponde a lo que fue la residencia de quien fuera 2 veces presidente
de Chile, Carlos Ibáñez del Campo, lo que sumado a la forma misma de la
construcción, imponía usar colores o combinaciones de colores mucho más
elegantes o refinadas.
De todas maneras, cada uno puede
hacerse su propio juicio, pero a modo de referencia se sugiere recorrer distintas
calles de la comuna para poder encontrar otras edificaciones con los mismo
colores; de seguro no la hallarán o con suerte podrá aparecer una más.
Aquí el edificio donde se empleó gusto en su pintura:
Y aquí el edificio "colorinche":